sábado, 8 de febrero de 2014

"La Habitación 352" de Juan José Díaz Téllez

      La Habitación 352 de Juan José Díaz Téllez ha sido el primer libro en formato digital que he leído y que ha tenido el honor (es un decir) de estrenar la tablet que me regalaron la pasada Navidad; una novela corta (aunque por extensión casi podría considerarse un relato largo) editada por Scyla eBooks, y disponible por menos de 1 euro en diferentes tiendas virtuales. La verdad es que yo sigo prefiriendo el papel a una pantalla a la hora de disfrutar de un texto literario (con la segunda se pierde la aportación que ofrecen de los sentidos del olfato y el tacto a la experiencia lectora), pero también es cierto que los ebooks presentan una serie de ventajas que tampoco hay que ignorar (precio e independencia frente a las editoriales son dos buenos ejemplos).


      Los hoteles, y más concretamente las habitaciones más "chungas" de los hoteles, suelen dar mucho juego en las historias de terror (supongo que El Resplandor es la primera referencia que se le vendrá a todo el mundo a la cabeza) y esta novela es una buena muestra de ello; si bien es cierto que a pesar de lo que pueda parecer en un principio, el argumento tira más por la vertiente fantástico-sobrenatural que por el terror propiamente dicho (aunque alguna escena desasosegante incluye también). Un enfoque totalmente válido, por supuesto, pero que me ha decepcionado un poco, supongo que porque iba predispuesto a pasar un poco de miedo leyendo la novela y no ha sido esto exactamente lo que he encontrado.

      La historia se lee en un suspiro, debido en gran medida al estilo directo y nada barroco que emplea su autor (rozando lo espartano; probablemente, no le hubiera ido mal que Juan José se hubiera recreado un poco más en las descripciones) y a que el argumento no podría ir más al grano: pocos personajes implicados, la acción limitada prácticamente a las paredes del hotel donde todo transcurre y un período de tiempo de apenas unos días para su desarrollo. Predominancia de los diálogos, capítulos cortos y adelante, siempre adelante, sin detenerse demasiado en los recovecos ni plantear subtramas que pudieran ir en paralelo.

      Lo que más me ha gustado de esta novela ha sido el modo en el que se va preparando el terreno, mientras nuestro protagonista busca esa habitación que tanto necesita encontrar (y eso que en el proceso, que ocupa la primera mitad de la historia, apenas se introducen elementos fantásticos o de terror), junto con el momento en el que por fin descubre su puerta (muy efectivo); a lo cual añadiría esa dilación que emplea el autor a la hora de desvelar lo que de verdad ocurre en la habitación, de manera que la primera vez que entra en ella no conseguimos averiguar nada (ni nosotros como lectores, ni él como personaje), por lo que resultará necesario volver una segunda para por fin saber qué está ocurriendo. Y aparte, la localización de la historia en una calurosa Málaga veraniega le da un toque "autóctono" (sorprendente la "identidad secreta" de quien finalmente ayudará al protagonista, por ejemplo) que le sienta bastante bien, en mi opinión.

      En el lado negativo, señalaría que además de esa, posiblemente, excesiva parquedad en su estilo de escritura y narrativo, el misterio se resuelve demasiado pronto. Una vez que Juan José empieza a dar información, la da toda de golpe, y me ha parecido que un poco de dosificación en este sentido, aparte de la inclusión de alguna otra escena que creara tensión anticipada, introduciendo quizá un poco más de terror a la novela, le hubiera sentado mejor. Y bueno, como ya comentaba al principio, el autor tira más por el terreno fantástico que por la senda del horror en su conclusión, lo cual no ha llegado a satisfacerme del todo (cuestión de gustos y expectativas personales, eso sí, no de un problema narrativo en la historia).

      En definitiva, una lectura quizá ligera pero muy entretenida, en la que destacan varios aspectos interesantes que me hacen pensar que Juan José Díaz Téllez puede ofrecernos en el futuro más historias que merecerá la pena leer.

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