viernes, 14 de febrero de 2014

"Vindius, el Guerrero del Norte" de Luis Guillermo del Corral

      Las novedades que ha ido publicando Dlorean Ediciones durante su primer año de vida han venido marcadas con el sello de tres líneas o colecciones diferentes: Savage (enfocada básicamente en sus historias más pulp), Tesla (¡steampunk!) y Ciudadela, en la que según la propia editorial encontraríamos historias protagonizadas por "rbaros temibles llegados del frío norte, magos oscuros, expertos nigromantes, enanos que horadan la tierra con sus enormes martillos, mujeres sensuales que manejan el arco como si hubieran nacido con uno en la mano…", o lo que viene a ser lo mismo: fantasía épica de la buena. El último libro publicado dentro de esta colección (hace apenas un par de meses) es el que vengo hoy a reseñar: Vindius, el Guerrero del Norte, escrito por Luis Guillermo del Corraluna de las más recientes incorporaciones a la página de Action Tales, en la que está destacando por su trabajo para la serie The Spider en colaboración con Jose Baixauli, precisamente el artista encargado de realizar también la portada de esta novela.


      En primer lugar, creo que no estaría de más aclarar que Luis Guillermo no lo tenía del todo fácil a la hora de "conquistarme" con su novela. Cuando era un chaval, los libros de Tolkien me aficionaron a la fantasía heroica hasta el punto de hacerme consumir productos afines de manera casi obsesiva, y aprovechando que la editorial Timun Mas hacía su agosto en aquellos años publicando trilogías de este tipo a mansalva, terminé dándome un atracón de elfos, dragones y demás criaturas que me dejó bastante saciado hasta (casi) la actualidad. Sin embargo, ni siquiera en mi época de mayor furor por este género me dio por acercarme a su vertiente más "cruda" o violenta, liderada (al menos en mi cabeza) por el archiconocido Conan, el bárbaro; así que supongo que esto explica por qué después de todos estos años, he afrontado la lectura de Vindius, el Guerrero del Norte, novela reivindicadora de la espada y brujería más genuina, con cierta reticencia, si no con evidentes prejuicios. Sin motivo, eso sí, como he podido comprobar posteriormente.

      La novela se estructura mediante capítulos que funcionan como relatos de lectura independiente (se trata de diferentes aventuras con su principio, desarrollo y conclusión), que sin embargo están interconectados, de manera que no resultan intercambiables y debe mantenerse el orden de lectura establecido por su autor. Este detalle, sumado al hecho de que la primera aventura que leemos es realmente la primera aventura de Vindius (y "origen" de nuestro protagonista) y que la última viene a cerrar lo que podríamos considerar una primera fase importante de su vida, demuestra que Luis Guillermo ha sabido dotar a este libro de una unidad narrativa de la que carecen otros libros con estructuras semejantes, defecto que suele resultarme algo molesto (libros en los que los relatos independientes protagonizados por un mismo personaje son totalmente intercambiables -la primera historia podría haberse colocado en último lugar y nadie se hubiera dado cuenta-, y que como consecuencia, al terminar el libro todo sigue igual que cuando lo empezaste).

      En cuanto a temática, el autor opta por emplazar las aventuras del héroe protagonista en un segmento espacio-temporal real (el norte de la península durante el comienzo de la ocupación romana), sin renunciar por ello a todos esos elementos fantásticos que caracterizan a este tipo de historias. Lo cual, aparte de hacer innecesaria la inclusión en el libro de uno de esos omnipresentes mapas que nunca faltan en toda novela de fantasía épica que se precie de serlo (¡desempolvad vuestros libros de geografía e historia si queréis saber por dónde se mueve Vindius!), le da cierto matiz "patrio" a las aventuras que aquí se cuentan, que a mí por lo menos me ha parecido muy original (como ya digo, no soy un lector habitual de este género, así que no sé si esto es algo que suela hacerse con frecuencia). Por lo demás, Luis Guillermo deja pocos "palos" sin tocar, lo que contribuye en gran medida a que el lector nunca se aburra con sus aventuras: criaturas mitológicas, dioses, brujas, zombis, hechiceros rencorosos, hombres lobo, ánimas perdidas, tribus salvajes, demonios... ¡e incluso viajes en el tiempo! En fin, una buena cantidad de historias entre las que destacaría aquella en la que se introducen elementos de la mitología nórdica de forma muy acertada, a mi parecer (con especial interés en unos elementos muy concretos que yo mismo utilicé en un relato que escribí hace años para Action Tales). 

      Por último, señalar que el estilo del autor no es del tipo sencillo y de consumo rápido, en el que se prima lo que se está contando sobre el cómo se cuenta, sino que se inclina por el uso de cierto barroquismo y lenguaje grandilocuente, que no rehuye ni las metáforas ni las descripciones ricas en numerosos adjetivos, de ésos que pocas veces se emplean en una conversación mundana. Un estilo que, reconozco, tras la lectura de las primeras páginas (unido a lo que ya comentaba antes sobre mi poca predisposición hacia este tipo de literatura), me hizo pensar que el libro podía hacérseme un poco "cuesta arriba" y que no llegaría a engancharme del todo; pero no, mis temores iniciales resultaron ser totalmente infundados, y una vez "hecho" a la forma de narrar de Luis Guillermo (y comprobado que este uso del lenguaje no afectaba al ritmo de la narración en modo alguno) puedo afirmar ahora que he disfrutado mucho con esta colección de relatos.

      En definitiva... ¿qué hemos aprendido hoy? Pues, por ejemplo, que no siempre puedes saber de antemano lo que va a gustarte o no, y aunque los "filtros" que uno establece para sí mismo pueden resultar útiles para evitar horas de tedio provocadas por lecturas que ya intuías que no te iban a gustar, a veces (pues ningún filtro es fiable al cien por cien) te alejan de obras que merece mucho la pena conocer de primera mano, y sin duda, Vindius, el Guerrero del Norte ha sido para mí una de esas obras (y me alegro mucho de que los haya sorteado).   

Así que ya sabéis: si os atrae la espada y brujería, a por ella, y si no... pues también.

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